ZONA NORTE: TRASTORNOS EN EL TRÁNSITO POR DEMORAS EN LAS OBRAS

La habilitación de tres pasos bajo nivel en la zona norte de la ciudad, para aliviar las esperas en barreras, favorecer la fluidez del tránsito y disminuir los accidentes sobre vías, está demorada. Si bien el gobierno porteño había anunciado que este mes quedarían habilitados dos túneles en la avenida Congreso y un tercero en la avenida Constituyentes, todavía resta un largo trecho hasta que las obras hayan concluido.

El atraso obliga a los automovilistas que viajan entre los barrios de Núñez, Belgrano, Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón a dar grandes rodeos para sortear los desvíos de tránsito establecidos por la construcción de los viaductos, a los que se suman los provocados por el tendido de las estaciones del Metrobus Norte sobre la avenida Cabildo. Una vez culminados, asegurarán tiempos de viaje más cortos.

En toda la ciudad, ya fueron excavados y habilitados otros 22 pasos bajo nivel, que agilizaron el tránsito en los barrios. Y se ejecutan dos más.

La dilatación en la ejecución de los túneles, según voceros del Ministerio de Desarrollo Urbano, que supervisa las obras, obedece a “inconvenientes de las empresas de servicios AySA y Edenor en la remoción de interferencias” de sus redes en las obras proyectadas. Se estima ahora que los bajo niveles serán abiertos a mediados de año.

Los tres están diseñados debajo de las vías del ferrocarril Mitre, uno en cada ramal. Demandarán una inversión total de 233.071.000 pesos.

El viaducto de Constituyentes, una obra planificada desde 1989 pero nunca concretada, se extenderá entre el eje de Mosconi-Olazábal hasta el eje de José L. Cabezón-Cullen, en el límite entre los barrios de Villa Urquiza y Villa Pueyrredón.

Tendrá cuatro carriles, dos en cada sentido, y una altura de 5,10 metros, por lo que admitirá el paso de autos y de camiones. Constituyentes y varias arterias de su entorno integran la red de tránsito pesado de la Capital. Por estos días los transportes de cargas deben desviarse por otras calles y, para cruzar vías, se aglutinan sobre las avenidas Triunvirato y Álvarez Thomas, perjudicando la circulación en la zona.

En tanto, los autos disponen de pasos de menor envergadura construidos previamente en las calles Zamudio, Ceretti y Altolaguirre.

“Si salís hacia la General Paz por Álvarez Thomas y Galván, es notorio el incremento de camiones. Se tarda mucho más que antes. Que habiliten pronto Constituyentes”, dijo María Mazaira, vecina de Villa Urquiza.

En Congreso, bajo el Mitre-Tigre, el viaducto contará con un único carril, sentido hacia Libertador. Con una altura de 3,70 metros, servirá para tránsito liviano y colectivos. Integrará un par con el ya inaugurado sobre Iberá, en sentido contrario.

A esa altura, Congreso permanece cerrada al tránsito desde julio de 2014. Como alternativa, las vías se pueden cruzar por Roosevelt, donde la empresa estatal Autopistas Urbanas SA (que ejecuta las obras) construyó un paso a nivel provisorio con sentido hacia Libertador.

El malestar es alto en el entorno del obrador. Los vecinos denuncian que los trabajos se prolongaron mucho más de lo pautado, emiten ruidos molestos desde muy temprano e invaden veredas (ver aparte).

Para la construcción del bajo nivel de Congreso entre Plaza y Estomba, bajo el ramal Mitre, el cruce sobre las vías se cerró en septiembre pasado. El túnel tendrá dos carriles de circulación, uno por sentido, y será apto para tránsito liviano y transporte público. Provisoriamente, la parrilla ferroviaria puede atravesarse a la altura de Manuela Pedraza y también se mantiene el paso a nivel en el eje Nahuel Huapi-Ugarte.

En el caso de Constituyentes, dijeron los voceros de Desarrollo Urbano, “hubo problemas para desalojar algunas propiedades existentes sobre la traza; a la fecha quedan una pendiente y áreas residuales, y el tema lo analiza la Justicia. Esto impide la relocalización de las redes de servicios, que interfieren en la traza e impiden avanzar”.

En Congreso, ramal Mitre, Edenor debió reemplazar cables de media tensión con “elementos importados de origen chino, con la consecuente demora en el trámite de compra e ingreso en el país”. Además, se explicó, “el concesionario ferroviario solicitó obras complementarias no previstas originalmente”.

Obras adicionales pedidas por el concesionario del tren, demoras de Edenor en la remoción de interferencias y de AySA para presentarse a una reunión con los responsables de la construcción son los factores que influyeron en el atraso del viaducto de Congreso bajo las vías del tamal Tigre.

La Nación