Tragedia de Once: según un testigo, el maquinista no estaba alcoholizado

Sigue el juicio, El bioquímico que hizo el análisis de laboratorio declaró hoy ante el Tribunal y ratificó lo dicho por una médica y un perito policial. Los defensores de los imputados cuestionan cómo se hizo el control el día del choque.


El motorman Marcos Córdoba, uno de los 29 acusados en el juicio por la tragedia de Once.

El bioquímico Carlos Gandini, quien hizo el análisis de laboratorio de la toma de sangre que se le extrajo a Marcos Córdoba, el motorman del tren que provocó la tragedia de Once, confirmó que la alcoholemia fue negativa. Esta apreciación fue cuestionada por los defensores de los ex funcionarios y los ex directivos de TBA imputados.

“El valor que dio el análisis era no dosable”, explicó el bioquímico. Es decir que la cantidad de alcohol en sangre era menor al mínimo que se toma como referencia en el análisis de laboratorio, por lo tanto se la considera negativa. Sin embargo, las defensas de los ex funcionarios públicos y los ex concesionarios del ferrocarril Sarmiento sostienen que el procedimiento estuvo mal realizado, que los resultados son confusos y que nunca se podrá saber realmente y cuál fue el resultado real del test de alcoholemia porque el juez de Instrucción, Claudio Bonadio, no secuestró las pruebas.

Gandini fue el primero en declarar luego de que se retomara el juicio, tras una semana de feria judicial. El bioquímico fue el encargado de analizar la sangre del motorman ya que el 22 de febrero de 2012 trabajaba en el laboratorio tercerizado que tenía como servicio la clínica Fitz Roy, el primer lugar al que fue trasladado Córdoba luego de la tragedia en la que murieron 51 personas y 789 terminaron heridas.

Su testimonio coincide con los que ya habían dado en audiencias anteriores Pablo Farina, el médico legista de la Policía Federal que le extrajo al conductor la muestra de sangre, y Mariana Marinesco, la médica de la Fitz Roy que recibió a Córdoba, quienes, en ambos casos, aseguraron que el motorman no presentaba signos de estar alcoholizado ni se había negado a que le tomaran las muestras.

Estos testimonios, así como el resto de los informes médicos que hay en la causa, son favorables a la defensa de Córdoba en tanto queda claro que el motorman no manejó borracho. Su estrategia es probar que los frenos no le anduvieron al entrar a Once.

Otros, como el abogado querellante Gregorio Dalbón, entienden que esto puede complicar al conductor, ya que, al no haberse registrado alcoholemia positiva, queda claro que estaba lúcido al momento del accidente. En tanto, la estrategia de las defensas de los otros imputados pasa por responsabilizar a Córdoba. Entre los acusados hay funcionarios públicos, como los ex secretarios de Trasnporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, y directivos de la empresa TBA, que tenía la concesión del Sarmiento.

Fuente: Clarin