LUEGO DE 24 AÑOS DE HISTORIA, MUDARÁN EL VAGÓN COMEDOR

Por la reactivación del tren urbano, el tradicional espacio deberá retirarse del lugar que ocupa desde su inauguración. Todavía no hay fecha ni sitio definido para su reubicación.

Las obras que se llevan adelante para completar el proyecto del tren urbano en nuestra ciudad traerá muchos cambios, tanto en la circulación diaria como a los locales que están ubicados a la vera de las vías, los cuales deberán ser trasladados a una nueva ubicación. Uno de los locales que deberá ser reubicado es el conocido como “El Vagón Santa Fe”, el cual funciona desde la década del 90 sobre Pedro Vittori al 3500. A lo largo de todos esos años logró hacerse de una importante cartera de clientes, que hoy ven con mucha tristeza el hecho de que esta estructura se deba mudarse de su tradicional ubicación.

Desde el primer día, el vagón llamó la atención y curiosidad de los santafesinos, el hecho de ver una estructura tan antigua y trabajada en esa zona logró captar el interés de todos. Con una antigüedad que supera los 100 años, el vagón está en pie y funciona normalmente. Para esto fue necesario mucho trabajo y dedicación por parte de los protagonistas que solo deseaban cumplir un sueño que arrastraban desde pequeños. Alberto Cassalegno y Gabriel Sánchez, son las piezas fundamentales de esta historia que arrancó hace más de 30 años. En diálogo con Diario UNO, Sánchez relató cómo comenzó la aventura de instalar en la ciudad de Santa Fe un espacio tan particular como lo es el vagón comedor de un tren fabricado en 1904. La inquietud nació rondando los años 1982/1983 junto a un amigo. La idea fue siempre rescatar los antiguos vagones que mucha gente no llegó a conocer. Por esas cosas del destino, la dupla logró dar con un cementerio de vagones ubicado en la localidad de Vera. “Encontramos este coche comedor que estaba destruido y decidimos rescatarlo, estuvimos más o menos siete años restaurándolo y lo dejamos tal cual como estaba”, cuenta con nostalgia el propietario. El origen de esta estructura data del año 1904, era un vagón comedor fabricado por la American Car Compañy, en ese entonces las piezas venían todas desarmadas y se terminaban de armar en nuestro país. “Creo que se armaba en Tafí del Valle”, relata Sánchez. El vagón empezó a circular en 1904 como un coche comedor de lugar y trabajó hasta el 1974, fecha en la cual se le dio de baja. “Alcanzamos a encontrar una foto de un convoy de vagones que viajaba hacia el paso Socompa, Chile, la cual debe haber sido uno de los últimos viajes de este coche”, contó el dueño con un dejo de alegría por el hallazgo que les dejó el trabajo.

La misión

Es común que las personas coleccionen objetos antiguos, desde monedas hasta autos, pero podríamos afirmar que un vagón de un tren es algo diferente y un poco más grande para encarar.
La idea de buscar un vagón de este tipo surge cuando Sánchez era muy chico y tenía tan solo entre 8 a 9 años. “Mi padre era amigo de un señor que era carpintero de los ferrocarriles, Joaquín Acacio, yo pasaba mucho tiempo en su casa. Él me llevaba de viaje con los trenes y estaba metido en todo esto”, aseguró el hombre que se describe como un amante de todo lo que estuviera relacionado con el tema.

A modo de chiste comenta que a pesar de que su socio es mayor que él, nunca viajó en tren. “Yo tuve la suerte de poder conocerlos bien, ver cómo funcionaban, cómo los enganchaban y la forma de trabajo de Acacio quien justamente hacía todas la piezas de los trenes, los reparaba y restauraba. Por eso fue la inquietud mía”, sostuvo uno de los dueños de esta antigüedad que tiene más de 100 años. Hoy Sánchez ve con mucha nostalgia el hecho de que estas estructuras se estén perdiendo para luego ser convertidas en leña. En el transcurso de la restauración del vagón comedor fueron muchas cosas las que se descubrieron. Detrás de uno de los asientos se hallaron desde monedas antiguas, alhajas e incluso un diario íntimo. “La cantidad de épocas sociales que pasaron por el espacio desde 1904 hasta 1974 fueron muchísimas. Imaginate en ese vagón mujeres sentadas con vestidos largos, sombreros grandes. Es una historia hermosa la que tiene, por eso tratamos de preservarlo”, agregó este aventurero. Dada su antigüedad el espacio necesita constante atención y mantenimiento. Sin embargo el dueño destaca que la fidelidad de los materiales colaboró mucho en que la estructura se mantenga impecable. Desde el año pasado se están llevando adelante los trabajos para la reactivación del tren urbano.

Como era lógico, el Vagón deberá ser trasladado ya que se encuentra ubicado en lo que será el punto de partida del recorrido del vehículo. En relación a esto el propietario aseguró que mantuvieron un encuentro con el intendente y autoridades de la Secretaría de Planeamiento Urbano. Sin embargo, resta definir la ubicación que se le dará al vagón comedor. En lo que respecta a la parrilla, se analizará de qué manera se puede ubicar provisoriamente –explicó Sánchez– y agregó que cuentan con el respaldo de la Municipalidad para trasladar la estructura en el futuro. Actualmente los trabajos se centran en terminar la restauración del vagón para que este vuelva a funcionar como comedor y que al momento de su traslado pueda funcionar normalmente. “Espero que lo podamos hacer conjuntamente con el tren, para que quede algo acorde con lo que se está haciendo vinculado a los ferrocarriles”, explicó el dueño. Hoy, el objetivo de los propietarios es poder preservar la estructura que tanto tiempo y trabajo les costó restaurar para poder brindarle a los santafesinos un servicio que reúne nostalgia, magia e historia en un vagón de tren.

Uno Santa Fe