Se consolida un asentamiento precario en barrio San Lorenzo

Hay construcciones de chapa y otras de materiales en los terrenos del Ferrocarril Mitre. Los vecinos se quejan por tiroteos y robos constantes. La vecinal apunta a que el barrio se está poblando en forma ilegal.


Florencia Arri
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Una veintena de casas cambiaron el paisaje del Ferrocarril Mitre. Cien metros al oeste de la Estación, sobre las vías, levantaron todo tipo de construcciones, la gran mayoría con la solidez de los ladrillos y aberturas de madera o aluminio.

Sobre Monseñor Zazpe y sobre Gral. López, las casas se adivinan en las ventanas que aprovecharon el muro del ferrocarril para apoyar sus construcciones hace dos años, y en los ladrillos que continúan la línea de edificación y comienzan a construir casas nuevas.

Las más recientes son las que levantaron sobre las vías con chapas y otros materiales sobre las vías, en unos 100 metros cuadrados entre San José y Santiago de Chile. Se erigieron en los últimos meses sobre el espacio libre que dejaron los premoldeados del desagüe troncal de calle Entre Ríos al ser retirados para su uso en la obra.


Sobre las vías. En unos 100 metros cuadrados, en Gral. López entre San José y Santiago de Chile, se erigieron en los últimos meses unas veinte casas.-

El crecimiento del asentamiento preocupa a los vecinos de Zazpe y de Gral. López al 3600 y 3700, que anoche se reunieron con la vecinal para acusar a los nuevos moradores de asaltos, robos y tiroteos. Gisela Galiano, presidenta de la vecinal San Lorenzo, observó que “no son ranchitos, sino casas de materiales”. Ante el reclamo, hoy la vecinal indagó sobre el dominio de los terrenos y halló que son de jurisdicción nacional. “Tenemos que asesorarnos bien antes de emprender cualquier acción, todavía no hicimos nada para sacarlos”, expresó Galiano.

El reclamo de los vecinos

Con el crecimiento del asentamiento, los vecinos de Gral. López y Monseñor Zazpe dicen que cambiaron el ruido de los rieles por el de los tiros.

“Son gente de malvivir, que se enfrenta a los tiros todas las semanas, especialmente de viernes a domingo” acusó uno. Una mujer a su lado se quejó de que “no se puede ni colgar ropa a la vista porque hasta eso roban”, mientras otra denunció que en la esquina de Gral. López y San José funciona una casa de citas. Su moradora es la misma que los vecinos señalan como la “loteadora” de los terrenos.

Los vecinos atribuyen a este asentamiento el cambio en la fisonomía del barrio: el cierre de comercios sobre Gral. López y la vida diurna y nocturna que ya no se realiza en la calle los fines de semana por la cantidad de tiroteos: “Estamos hartos de los asaltos y los tiros”, agregaron.

Las instituciones

Las instituciones del barrio no coinciden con las quejas de los vecinos. Directivos de la Escuela de Educación Técnica Particular Incorporada Nº 2028, ubicada en Entre Ríos 3936, ponderaron el rendimiento académico de los alumnos que viven en el asentamiento. Si bien reconocieron que “en el horario de salida hay enfrentamientos en la puerta de la escuela, a veces a los tiros”, no los atribuyeron a los nuevos moradores del Ferrocarril Mitre.

La zona es jurisdicción de la Subcomisaría 10a., cuyos agentes también niegan que la zona sea problemática: “Hay tiroteos, tal como en otras zonas del suroeste de la ciudad que son problemáticas, pero no tenemos mayores sucesos” indicaron.

Crecimiento irregular

“San Lorenzo está creciendo por gente que viene de otros barrios” dijo a este diario Gisela Galiano, presidenta de la vecinal. Su preocupación es el modo irregular: la usurpación de los terrenos ferroviarios es el tercero en el barrio. Sucede algo similar en Juan Díaz de Solís y Cervantes, donde se construyeron casas en terrenos de propiedad dudosa; y en Pje. Cervantes y Hermanos Madeo, donde “hay viviendas en un espacio que figura como espacio verde: ya está todo poblado”. Si bien la vecinalista aseguró que “no podemos hacer oídos sordos al reclamo de los vecinos porque somos representantes del barrio”, destacó que “los otros también son vecinos y de ellos también debemos ocuparnos”.

Fuente: El Litoral