La lucha de Pamela, la chica que perdió una pierna por un robo en el tren

Drama en el Conurbano.

Tiene 29 años. Hace tres semanas le arrebataron el celular en la estación Carapachay y cayó a las vías.

Pasó por tres operaciones y aún le faltan al menos siete. Hoy sigue internada en terapia intensiva.


Pamela Relis. En el momento del robo, estaba yendo a trabajar.


Analía, una amiga de Pamela, exige justicia.

“¿Puedo ir a casa hoy?”.

Fue el último mensaje de texto que le escribió Pamela Estefanie Relis a su mamá aquel miércoles, a las 14.27, justo antes de que la asaltaran en el tren, la hicieran caer a las vías y perdiera una pierna. Desde entonces, su vida es una pelea.

Pamela tiene 29 años y hace siete que es cajera en Farmacity, en el barrio de Once. Hace un tiempo decidió independizarse y alquiló una casa con una amiga, Analía Manrique, en Boulogne (San Isidro). El 11 de marzo último, iba desde allí hacia su trabajo cuando se encontró con la tragedia.

“Solía ir en bicicleta, pero como ese día le tocaba el turno hasta muy tarde, prefirió tomarse el tren hasta Retiro y combinar con el subte”, le cuenta Analía a Clarín. Alrededor de las 14 de aquel miércoles, su amiga subió al Belgrano Norte en la estación Boulogne. Minutos después, en la parada de Carapachay (Vicente López), cayó a las vías.

Analía supo que algo andaba mal a las 16.30. La jefa de Pamela se comunicó para saber por qué no había ido a trabajar. Ella comenzó a llamar a su celular. “Pero no atendía, yo no sabía nada de ella y menos los padres. Pensamos que la habían secuestrado”, explica.

Amigos y familiares empezaron a buscarla por todos lados. Analía y Jessica Relis –una de las dos hermanas de Pamela– fueron hasta Retiro. Le preguntaron a un policía si sabía algo sobre algún accidente o robo y les dijo que no. Pero un hombre de limpieza les comentó que una chica había caído a las vías en la zona de Carapachay.

Era Pamela. La joven viajaba cerca de la puerta del vagón cuando un ladrón le arrebató de las manos su celular, un Samsung S3, y saltó de la formación, que empezaba a moverse. Junto a él cayó la víctima, que fue a parar a las vías.

“Ese día ella llevaba una cartera, estilo bandolera. Nosotros suponemos que la agarraron de la cartera y que por eso cayó”, señala Analía.

Pamela fue trasladada de urgencia al Hospital Houssay, de Vicente López. Allí llegó en estado de shock. Tras varias horas en el quirófano y siete transfusiones de sangre, logró salir con vida. Pero perdió tres cuartos de la pierna derecha, tiene una fractura de pelvis, aplastamiento del hígado y daños en la séptima vértebra.

Desde entonces, estuvo varias veces en coma inducido. En una oportunidad, cuando despertó, le dijo a Analía: “Al pedo me hicieron esto”. Y le contó que el ladrón que le arrebató el celular iba con un cómplice.

La chica fue trasladada luego a la Clínica Fitz Roy, en Villa Crespo, donde permanece en terapia intensiva. “Hoy sigue peleando, porque es una verdadera guerrera”, afirma Analía.

A la chica le falta bastante para poder dejar el centro médico. Ya la operaron tres veces y le faltan otras siete intervenciones para sacarle los tutores de la pelvis. Además, le tienen que hacer una cirugía de reconstrucción para poder ponerle una prótesis. Un equipo de psicólogos está trabajando con ella.

“Somos conscientes de que la recuperación va a tardar y que el aspecto psicológico es crucial para Pame y para nosotros, que hoy no podemos subir a un tren y menos pasar por la estación, porque aún nos conmociona”, dice Analía.

A poco más de tres semanas del asalto, la familia y los amigos de Pamela hacen cadenas de oración para que se recupere, están atentos a la investigación del caso (ver La idea...) y siguen de cerca los pedidos de donantes de sangre que llegan desde la clínica. A esta actitud solidaria se sumó el club Racing, equipo del que la víctima es hincha fanática. A través de la cuenta de facebook “Racing Solidario” incluso difundieron los pedidos de dadores.

A pesar de que tiene recuerdos de aquella tarde que la atormentan, Analía asegura que Pamela mantiene una postura muy optimista que la está ayudando más que nada. “Me dijo que si le ponen una prótesis le va a dibujar un escudo de Racing”, concluye su amiga, con una sonrisa apagada.

Sandra Mariscal

Fuente: Clarin