EEUU: EL TRI-RAIL A TODO TREN

La Comisión de Miami aprobó el jueves pasado, por unanimidad, una resolución para destinar $5.5 millones del fondo de transporte público para que los trenes de pasajeros del Tri-Rail lleguen al downtown.

Es un paso en la dirección acertada para intentar resolver el problema del tráfico en el centro de la ciudad.

Traer el Tri-Rail crea una oportunidad para que más personas decidan usar ese medio de transporte público y dejen sus autos en sus casas, reduciendo por consiguiente la congestión en las carreteras. También facilitaría el movimiento de turistas y personas en viaje de negocios en el Sur de la Florida, desde Miami hasta Palm Beach y más allá. Ayudaría a trabajadores jóvenes que no pueden o no quieren costear los elevados gastos de tener un automóvil.

Ahora el administrador municipal, Daniel Alfonso, debe negociar un plan de $69 millones con el gobierno del condado, las agencias de desarrollo comunitario de Miami y otras entidades para conseguir más dinero para traer el tren. Tiene 75 días para llevar a cabo su misión.

Un detalle a tener en cuenta es el de los fondos de la Agencia de Redesarrollo Comunitario (CRA) de Overtown/Park West y la atención a esa zona, donde viven muchas personas de bajos ingresos. La llegada del Tri-Rail debería beneficiar económicamente a Overtown, una parte de la ciudad olvidada por el progreso desde hace muchos años. Pero no basta con la oferta que hicieron directivos del Tri-Rail de no cobrarles el pasaje a los residentes de Overtown.

Lo que necesita ese barrio histórico de Miami es la creación de empleos permanentes que permitan a las familias mejorar su nivel de vida, no pasajes gratis para montarse en el tren. Ese regalo no resuelve gran cosa ni mejorará la situación económica del barrio. La creación de empleos sí.

Las grandes ciudades necesitan un transporte público eficiente, y Miami hace tiempo que es una gran ciudad. Y una serie de factores –su posición geográfica, la inmigración, su pujante carácter empresarial– pronostica que su crecimiento continuará. Un mayor nivel de progreso está a la vista, en el futuro cercano. Ahora bien, tanto los políticos como el sector privado deben garantizar que el progreso llegue a todos. Damos la bienvenida al tren, pero esperamos que sus beneficios no se descarrilen y que rueden para todo el mundo.

El nuevo Herald