Italia: primera huelga general para el Gobierno de Matteo Renzi

Por promesas incumplidas

Las dos centrales obreras más importantes del país rechazan la reforma laboral que impulsa el Gobierno y piden la reducción del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Convocaron a los empleados públicos y privados.


Espera. Andenes vacíos por la huelga general que alcanza a las líneas ferroviarias italianas.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, afronta hoy su primera huelga general, convocada por los principales sindicatos del país y movilizaciones en la mayoría de ciudades italianas contra las políticas de su Gobierno.

Los gremios convocaron a todos los trabajadores del sector público y privado para protestar por las medidas que pretende poner en marcha el oficialista Partido Democrático, principalmente en materia económica.

En el centro de las reivindicaciones está la reforma laboral que, según Renzi, fomentará la creación de nuevos puestos de trabajo, pero que no terminó de convencer a los trabajadores y tampoco a su propio partido.


Matteo Renzi, primer ministro de Italia.

Las críticas se dirigen especialmente a la modificación que contempla este proyecto sobre el Artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores que protege a los asalariados de empresas con más de 15 empleados contra los despidos improcedentes.

Según la Confederación General Italiana del Trabajo (Confederazione Generale Italiana del Lavoro, CGIL), el sindicato mayoritario y principal impulsor del paro, "la Ley de Empleo y la Ley de Estabilidad no contienen medidas para revitalizar el trabajo y la economía". Opinión que comparte la Unión Italiana del Trabajo (UIT), la otra central convocante, y que solicita al Ejecutivo la modificación de unas medidas que resultan "absolutamente insatisfactorias para los que demandan un empleo".

Con el lema: "Así no se puede. Tenemos propuestas concretas para cambiar Italia", será la frase con la que ambas organizaciones harán un llamamiento a los empleados para que reivindiquen políticas concretas que reactiven la inversión y la creación de puestos de trabajo.

Pero también se movilizarán para reclamar la reducción del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, lo que sería el impuesto a las Ganancias en Argentina, a quienes ganen menos de 24.000 euros al año y que se extienda a los jubilados, según explicó en un comunicado la UIT.

Esta reforma fue una de las medidas más populares que Renzi aprobó pocos meses después de asumir la presidencia del país, pero el primer ministro italiano también prometió otras reformas como la laboral, la de la administración pública, la judicial o la del Senado que aún no se han llevado a cabo."El hecho de hacer anuncios y luego no cumplirlos está generando un descontento social con la política", señalaron desde la UIT.

En la jornada de protestas están previstas 54 manifestaciones a lo largo de todo el territorio italiano. Habrá movilizaciones desde Nápoles, Palermo y Calabria hasta Venecia, y en Turín o Florencia, pasando por Roma o Terni.

El paro general comenzará a primera hora de la mañana italiana y durará unas 8 horas, aunque cada ciudad ha establecido su propio cronograma: Por ejemplo, en Roma el transporte parará desde las 9 hasta las 16 hora local (de 5 a 12 en Argentina), mientras que en Milán el paro empezará a la misma hora aunque finalizará a las 19 (las 15 en Argentina).

Tras idas y vueltas, finalmente podrán participar en la huelga los trabajadores del sector público ferroviario, según anunció ayer en un comunicado el ministro de Infraestructuras y Transportes italiano, Maurizio Lupi.

Lupi había prohibido a estos empleados adherirse al paro para "proteger los derechos constitucionales de los ciudadanos", aunque recibió las críticas de los sindicatos.

"La coherencia demostrada por parte de los sindicatos que han reducido el final de la huelga hasta las 16 (...) y la tranquilidad para (la compañía ferroviaria) Trenitalia que causará menos molestias a los ciudadanos me han permitido revocar la medida de prohibición" para estos trabajadores, expresó el funcionario.


Fuente: Clarin