España: La competencia llega al transporte ferroviario de pasajeros de Renfe

Viajar en tren, en alta velocidad o en cercanías, ya no será solo cosa Renfe en las grandes líneas ferroviarias del Estado español. La competencia llegará también a este sector del transporte público y, al igual que en avión, donde se puede elegir entre volar con Iberia o con Air Europa, entre otros, en el ferrocarril también será posible escoger entre moverse con Renfe o con un operador -de salida solo uno- diferente. Una empresa vasca, Transitia Rail, ya ha tramitado la licencia para ser uno de los futuros competidores de Renfe, al menos en Euskadi, al igual que lo ha hecho, entre una docena de empresas, la francesa SNCF.

El Gobierno español aprobó el pasado mes de junio la liberalización a un operador del transporte ferroviario de viajeros en el Estado español con la apertura del corredor del Levante, el que conecta Madrid con el Mediterráneo levantino. Este competidor de Renfe podrá fijar sus propios precios y horarios en las líneas de Alta Velocidad y las convencionales, durante un plazo de siete años.

Para ofrecer sus servicios, el nuevo operador podrá alquilar el material rodante, o sea los trenes, a la filial de Renfe creada a tal efecto. Tras este plazo de siete años, y si todo va bien, se abrirá a la plena competencia el corredor, que agrupa las ciudades de Madrid, Cuenca, Albacete, Alicante, Valencia, Castellón y Murcia.

El objetivo del proceso es, según señaló la ministra de Fomento, Ana Pastor, dotar al mercado de una mayor oferta de servicios y disponer de precios más competitivos gracias al incremento de la competencia.

Para llevar a cabo el proceso, el Ejecutivo español contempla sacar a concurso la concesión de un título habilitante. Este se otorgará mediante un procedimiento público de licitación y el adjudicatario podrá decidir libremente las conexiones sobre las que va a establecer servicios, dentro del citado corredor.

El Gobierno del PP quiere adelantarse al proceso de liberalización del transporte ferroviario de pasajeros auspiciado por la Unión Europea, que ha fijado 2019 como fecha de referencia. Según el Ejecutivo español, la mayor competitividad fomentará el uso del transporte ferroviario, quedando garantizada la capilaridad de la red por los servicios de Renfe en todo el territorio.

Las limitaciones y la timidez con la que el Gobierno español quiere poner en marcha el proceso no acaban de convencer a los futuros operadores competidores de Renfe que, sin embargo, están haciendo los deberes en forma de tramitar los complicados procesos administrativos necesarios para acceder a la licencia de actividad.

Sin embargo, tampoco los sindicatos ven con buenos ojos la celeridad del Gobierno español para liberalizar un servicio de transporte de viajeros que, en buena parte, es deficitario bajo criterios puramente económicos. Para los representantes sindicales, que recientemente convocaron una huelga, el transporte ferroviario es un servicio público y en ningún caso debe regirse por criterios de rentabilidad solo económica, sino basarse en un modelo social con criterios de intermodalidad y vertebración territorial.

El proceso de apertura a la competencia del tráfico de viajeros por ferrocarril en España se inició con el Real Decreto 22/2012, que fijó un periodo de transición entre el monopolio actual en manos de Renfe y el futuro marco liberalizado, distinguiendo tres segmentos de mercado. El primero de ellos, los servicios de finalidad prioritariamente turística están abiertos a la competencia desde el 31 de julio de 2013. En el caso de los servicios comerciales -larga distancia convencional y de alta velocidad-, la transición hacia la liberalización se realizará mediante la licitación de los denominados títulos habilitantes.

En cuanto a los servicios con obligaciones de servicio público -cercanías y media distancia- se garantiza su prestación por la operadora pública. Según la ministra, la introducción de competencia en el mercado de manera progresiva permitirá ordenar la entrada de operadores privados, logrando una mayor oferta de servicios ferroviarios, al tiempo que se garantiza la continuidad de los servicios que hoy presta Renfe.

Por su parte, los operadores privados interesados se muestran críticos, tal y cómo se recoge en el informe que ha elaborado la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia CNMC, con un proceso de liberalización marcado por la posición de supremacía de Renfe, la obligación de alquiler el material a una filial de la propia Renfe, la falta de infraestructuras adecuadas o la ausencia de un regulador de mercado. Consideran que ello permite pensar que habrá competencia desleal por parte de Renfe. Por último, los operadores privados no acaban de ver claro que se permita a compañías públicas de otros países, como SNCF, participar en el proceso. Para que entre la sociedad pública francesa, mejor que siga la sociedad española, afirman.

TRANSPORTE FERROVIARIO

Cuota de mercado. El transporte por ferrocarril solo tiene en la actualidad una cuota de mercado en España del 27,4%. La idea del Gobierno es conseguir que aumente. De hecho, la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona está arrebatando pasajeros al avión. España tiene la segunda red de alta velocidad más grande del mundo pero tiene la demanda de viajeros más baja y una utilización de apenas el 30%.

Alquiler de trenes. La filial de Renfe pondrá a disposición de los futuros competidores una flota de alta velocidad de 35 trenes para su alquiler.

El corredor de Levante. El futuro operador privado que compita con Renfe podrá prestar servicio por el AVE Madrid-Cuenca-Valencia, por la conexión AVE entre Albacete y Alicante, y por los futuros enlaces AVE entre las estaciones de Atocha y Chamartín, y Monforte del Cid-Murcia y Murcia-Cartagena una vez se pongan en servicio. Respecto a los trayectos de ferrocarril convencional, podrá explotar el trazado Aranjuez-Cuenca-Valencia, Madrid-Albacete-Alicante, Murcia-Lorca-Águilas, Valencia Castellón o Játiva-Alcoy, entre otros.

Fuente: Noticias de Navarra