Excarcelaron al policía acusado de abusar de un menor en la estación de Caballito

Se trata de un efectivo de la Federal, que fue pasado a disponibilidad por esta denuncia; buscan cámaras de la zona que puedan haber registrado el hecho


Un menor denunció que fue abusado por un policía en la Estación Caballito del Sarmiento.

un efectivo de la Policía Federal fue detenido y pasado a disponibilidad acusado de abusar de un menor en la Estación de Caballito del ferrocarril Sarmiento. Así lo informaron a LA NACION fuentes del Ministerio de Seguridad. Alrededor de las 17, el policía fue excarcelado, mientras la justicia continúa con la investigación.

Se trata de un efectivo de la División Fraudes Bancarios, que realizaba tareas adicionales en la mencionada estación de trenes. Según consta en la denuncia, el padre del adolescente de 17 años contó que cuando su hijo estaba cruzando las vías del tren a la altura de Caballito. un policía uniformado se le acercó y lo interrogó sobre su presencia en el lugar.

El menor le explicó que venía de la casa de su madre, en El Palomar. El policía, siempre según la denuncia, lo llevó hasta una plazoleta ubicada frente a la estación y allí le exigió que "exhibiera sus efectos". El menor extrajo de sus bolsillos dos cigarrillos que serían de marihuana.

Según relataron las fuentes, el menor dijo que el policía lo requisó y al llegar a sus partes íntimas lo manoseó, abusando de él. Luego el efectivo rompió los cigarrillos y le ordenó al adolescente que se marchara.

Al llegar a su casa, el joven contó a su padre lo ocurrido y ambos concurrieron a la comisaría 13a para efectuar la denuncia correspondiente.

Las fuentes indicaron que se están realizando peritajes en la ropa del menor. Además, están buscando cámaras de seguridad de la zona que puedan haber registrado el hecho. Hasta que el caso se esclarezca, el policía seguirá apartado de la fuerza.

El efectivo está acusado de "abuso deshonesto" y la causa está en el Juzgado de Instrucción N°9, a cargo de la jueza María Gabriela Lanz.

Fuente: La Nacion