SILVIA REYES Y SU LUCHA PARA QUE EL TREN VUELVA A TRENQUE LAUQUEN

Silvia Reyes, o como ella misma se reconoce ‘la loca del tren’, luchó 13 años para que el ramal que une a la Estación de Once con General Pico, La Pampa, vuelva a pasar por su ciudad, Trenque Lauquen. El sábado pasado su sueño se hizo realidad cuando, a las 6.40 de la mañana, la formación arribó a la estación con ella a bordo.

El apodo que lleva se lo puso Jorge Barrachia, quien fue cinco veces intendente de la ciudad y falleció en el año 2011. “Lo tenía tan cansado al pobre que me había bautizado así”, dice orgullosa a BA noticias Silvia Reyes, quien según todos en su pueblo, es la protagonista de esta película que terminó (o comenzó) con la llegada del tren a Trenque Lauquen.

Su lucha se remonta al año 2001, en la debacle del modelo neoliberal que concluyó con uno de los estallidos más grande de la historia del país y que significó el cierre del ramal que unía a la Capital Federal con el Oeste de la provincia de Buenos Aires.

“Fueron trece años de lucha, al principio acompañada, después sola, hubo funcionarios que se querían apropiar de algo pero como no veían rentabilidad se borraban”, detalla Silvia, quien por esos año llegó a juntar siete mil firmas “con una mesa que me ponía en la puerta del Banco Provincia y gracias a la difusión de un señor que me ponía el micrófono de una radio de acá”.

En ese entonces se desempeñaba como empleada doméstica pero se hacía sus espacios para viajar, las veces que ella consideraba necesario, a Capital Federal o el gran Buenos Aires, donde hacía las gestiones –sola- para que el ramal volviera a funcionar: “Con lo que ganaba me iba a dónde sea, comía sánguches de cantimpalo y mortadela y arrancaba para Capital”.

Recuerda cada nombre con quien se reunió, menciona sus innumerables pasos por la Unidad Ejecutora del programa Ferroviario Provincial y a su titular, por ese entonces, José María Ochoa “a quien tuve la oportunidad de saludarlo esta semana que pasó”; también recuerda la oficina 1127 del piso 12 en la que, Antonio Luna – por entonces subsecretario de Transporte Ferroviario – le regaló un almanaque fileteado de Perón luego de cumplir su décima visita a ese lugar.

“Yo siempre digo que nací peronista y de corazón luchadora y lo llevo con mucho orgullo porque siempre hay que hacer cosas por el pueblo, soy una convencida que si todos vamos por un puestito, nos quedamos sentados y nos olvidamos de dónde venimos”, resalta.

La causa de Silvia también se relaciona con su viejo oficio de vendedora de ropa, ella se movilizaba en el tren para ir a comprar la mercadería y tras el cierre del ramal comenzó a ver cómo repercutía en las personas que tenía al lado.

“A mí no me importaba lo que dijeran ni me importaba no tener plata, lo que sí me importaba era hacer algo por la gente que necesitaba tanto este medio de transporte, porque éste es un transporte social que nunca debería haberse ido”, subraya.

Trece años luchando y nunca claudicó hasta ver su sueño hecho realidad “vencí una leucemia” remarca y bromea (o no) con ser diputada: “intendenta no porque trae muchos problemas”. Lo que sí cree merecer es la jefatura de la estación, que ella misma abrirá “una hora antes de que llegue el tren” y que, según dicen, podría llamarse “Estación Silvia Reyes, la loca del tren”.

El sábado pasado la causa de Silvia tuvo un final feliz. Pagó su boleto a un valor de $185, subió en la Estación Once a las 19.53 y a las 6.40 de la mañana bajó del tren y pisó el andén de Trenque Lauquen, que estuvo limpio de huellas durante más de una década.

“Ojalá en nuestra Argentina hubiera más locas como yo, como mujer y teniendo a una como presidenta, me siento orgullosa de poder hacer algo porque todavía en ciertos lugares existe mucho machismo y que una mujer haya logrado algo así es increíble, ojalá en cada punto del país haya una loca pero una loca con una causa justa, hacer algo para el pueblo, porque esto no es para mí, es para Trenque Lauquen”.



Fuente: BA noticias