Acusan a Omar Maturano de utilizar políticamente a la entidad

Federación Ferroviaria, cerca de disolverse

Estaba conformada por cuatro gremios pero ahora sólo quedan dos. Reclaman a Trabajo que la inhabilite.


La Fraternidad - La alianza de Omar Maturano con los sectores más duros del gremialismo opositor fue el disparador de la crisis

El último paro general fue la gota que rebalsó el vaso. Inocultables ya, las diferencias políticas al interior de la Federación Ferroviaria Argentina (FAA) entre los principales gremios que la integran, La Fraternidad (maquinistas) y Unión Ferroviaria, pusieron a la entidad en camino a la disolución, todo ello en momentos de fuerte inversión y puesta en valor del transporte ferroviario por parte del Estado.

Conformada por las cuatro organizaciones sindicales de la actividad ferroviaria, la Federación Ferroviaria vio la luz en junio de 2013 con el propósito de "agrupar a todos los gremios del sector e impulsar a los ferrocarriles al lugar que le corresponde en el sistema de transporte de la Argentina y la región". Con la CGT dividida, la idea era que se constituyera en un instrumento político de peso a la hora de negociar con el gobierno cuestiones vinculadas a la actividad, en medio de la estrategia de recuperación de los ferrocarriles, uno de cuyos pilares es la actual discusión en el Congreso de la re-estatización del servicio.

El primero en dar el portazo fue la Asociación del Personal de Dirección (APDFA), sindicato que reúne al personal jerárquico y que en febrero pasado aprobó su desafiliación y la expulsión de siete dirigentes. Le siguió la Unión Ferroviaria (UF), que a través de un congreso de delegados aprobó la semana pasada "por unanimidad" su exclusión de la FFA.

La salida de ambos gremios tiene un claro destinatario: el jefe de La Fraternidad, Omar Maturano, hasta el momento a cargo de la conducción de la Federación y una de las caras visibles del paro general del último martes, aprovechado en términos políticos por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, pero impulsado originalmente por los gremios del transporte. Según explicaron desde la UF, con apenas dos sindicatos en pie de los cuatros que originalmente la conformaban, la Federación no está en condiciones legales de funcionar, por lo que desde la UF solicitaron al ministerio de Trabajo que tome cartas en el asunto para darle de baja a la entidad.

"Maturano utilizó la Federación para hacer política, de manera personalista", se quejó un dirigente con años en las filas ferroviarias a la hora de graficar el enojo con el jefe de los maquinistas. A Maturano le pasan factura por dos hechos concretos. En primer, su acercamiento a Rubén "Pollo" Sobrero, referente en la UF de los delegados de la ex línea Sarmiento, con quien llegó a compartir una asamblea, lo que fue interpretado como una "intromisión" en cuestiones internas de otro sindicato. Otro foco de conflicto es su intención de fogonear la creación de un sindicato paralelo al del personal jerárquico. A ello se suma las diferencias políticas: peleado con Randazzo y con pretensiones en una eventual CGT reunificada, el jefe de los maquinistas está claramente ubicado en la oposición al gobierno (al igual que el gremio de Señaleros), mientras que la UF mantiene el alineamiento con la CGT de Caló y el kirchnerismo.

"Habíamos iniciado la FFA en 2013, sinceramente es una picardía que pase esto porque era un instrumento muy importante estando los cuatro sindicatos juntos podríamos haber apostado muchísimo al sistema de transporte ferroviario", se lamentó Sergio Sasia, secretario general de la UF. En tanto, desde La Fraternidad reconocieron que el alejamiento de los gremios "debilita" a la Federación, pero aseguraron que esta cuenta con respaldo legal para seguir funcionando.

"Para nosotros la Federación esta legítimamente constituida, no estamos acéfalos y cumplimos la normativa estatutaria para estar en funcionamiento, lo que no impide que los sindicatos que renunciaron presenten las medidas que consideren, estamos en democracia", sostuvo Maturano.


Tiempo Argentino